Tú te paseas sin mirar
entre rostros de marfil
que se vuelven al pasar,
se han clavado sobre ti.
Una nueva experiencia, un camino nuevo, una nueva oportunidad: un riesgo para tomar; muchas sorpresas negativas, muchas espectativas sin resolver.
Hoy con tus trampas vencerás
la partida a la ciudad,
no te vuelvas a alarmar,
son las reglas del lugar,
te harán ganar
Tienes todas las herramientas que te permitirán ganar en esta aventura, no necesitas más, sin embargo, tendrás que descubrirlas y pulirlas para que logres triunfar.
Y ahí están,
sudores fríos de metal
que se resbalan por tu piel
otra vez.
Y tomarás muchos pasos nuevos, alternativas dolorosas, y cosas que antes no imaginaste enfrentar (o bien, que nunca quisiste enfrentar).
No, no te sientes hoy mejor,
la humedad de tu sudor
aparece al recordar
y tu blusa se pegó,
está al llegar.
Y sin duda te equivocarás muchas veces antes de atinar en el blanco, pues cada oportunidad, cada aprendizaje no viene excento de dolor.
Y, sin voz,
tus manos tiemblan otra vez,
y una caricia te avisó,
y tú vas sin mirar.
Pero, si tienes éxito, entonces te darás cuenta de que no hay obstaculo que no puedas superar, riesgo que no puedas tomar y aventura que no puedas enfrentar, tu solita.
Y ahí están,
sudores fríos de metal
que se resbalan por tu piel
otra vez, otra vez.
Y si por alguna extraña ocurrencia del destino pudieras fallar en tus intentos por conquistar ese nuevo territorio, esa promesa de libertad y ese nuevo comienzo, simpre podrás contar conmigo, cuando busques un lugar dónde regresar.
entre rostros de marfil
que se vuelven al pasar,
se han clavado sobre ti.
Una nueva experiencia, un camino nuevo, una nueva oportunidad: un riesgo para tomar; muchas sorpresas negativas, muchas espectativas sin resolver.
Hoy con tus trampas vencerás
la partida a la ciudad,
no te vuelvas a alarmar,
son las reglas del lugar,
te harán ganar
Tienes todas las herramientas que te permitirán ganar en esta aventura, no necesitas más, sin embargo, tendrás que descubrirlas y pulirlas para que logres triunfar.
Y ahí están,
sudores fríos de metal
que se resbalan por tu piel
otra vez.
Y tomarás muchos pasos nuevos, alternativas dolorosas, y cosas que antes no imaginaste enfrentar (o bien, que nunca quisiste enfrentar).
No, no te sientes hoy mejor,
la humedad de tu sudor
aparece al recordar
y tu blusa se pegó,
está al llegar.
Y sin duda te equivocarás muchas veces antes de atinar en el blanco, pues cada oportunidad, cada aprendizaje no viene excento de dolor.
Y, sin voz,
tus manos tiemblan otra vez,
y una caricia te avisó,
y tú vas sin mirar.
Pero, si tienes éxito, entonces te darás cuenta de que no hay obstaculo que no puedas superar, riesgo que no puedas tomar y aventura que no puedas enfrentar, tu solita.
Y ahí están,
sudores fríos de metal
que se resbalan por tu piel
otra vez, otra vez.
Y si por alguna extraña ocurrencia del destino pudieras fallar en tus intentos por conquistar ese nuevo territorio, esa promesa de libertad y ese nuevo comienzo, simpre podrás contar conmigo, cuando busques un lugar dónde regresar.
Duncan Dhu - Las reglas del juego
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