"The oldest and strongest emotion of mankind is fear."
H.P. Lovecraft
H.P. Lovecraft
Todos hemos sentido miedo. Es inevitable: lo inesperado, lo desconocido, lo indeseable, todo ello nos provoca esa poderosa sensación de vulnerabilidad y el despertar de los instintos básicos de huida y supervivencia. El miedo es sin duda un poderoso motivador en casi todas las cosas que hacemos (o que no hacemos) y en nuestra forma de comportarnos. Y no hablo de fobias patológicas, que son un caso aparte. Sino de miedos cotidianos, que asaltan a todas las personas sin importar su género, raza, origen o condición socioeconómica y cultural.
Sin embargo, y así de poderosa y profunda, tanto como primigenia como es esa sensación, no es incontrolable; inevitable si, sin duda, aún en las personas de cuerpo y psique más poderosas, aún con todas las variables bajo control, el miedo encontrará la forma de colarse en nuestra vida desde el fondo de nuestro cerebro en su forma más reptiliana. Pero aún así se puede tener bajo control. Está dentro de nosotros el encontrar el valor, el coraje pare tomar al miedo por los cuernos, emulando a los forçados portugueses para saltar encima de nuestros miedos y ponerlos de rodillas.
El coraje y el valor son actos voluntarios y disciplinados, que a diferencia de la temeridad y la pura estupidez nosotros empujamos dentro de nuestra conciencia y los podemos trabajar y desarrollar como un músculo. Hay muchas formas en las que el miedo nos asalta, y sentimos miedo por muchas causas: miedo a la muerte y a la vida, miedo al amor y al desamor, miedo a las personas y a la soledad, miedo al éxito y también al fracaso, sólo por listar algunos de los más poderosos y conocidos.
Son estos miedos los que ponen frenos a nuestras vidas, los que nos limitan en la búsqueda de la verdadera felicidad, los que sabemos que existen y no nos atrevemos a enfrentarlos: normalmente, por algún otro miedo asociado. Para estos miedos son para los que debemos de sacar fuerzas, de disponernos a luchar y decir "ya basta". Nadie nace siendo valiente, simplemente uno desarrolla una habilidad para administrar el miedo, y esta es la que nos lleva a crecer y ganar coraje conforme avanzamos en la vida. Algunos no lo logran, ni siquiera un poco durante su tiempo, y son estos los que nunca alcanzan siquiera a vislumbrar un poco de felicidad.
"Courage is not the lack of fear but the ability to face it."
Luchar contra el miedo es un asunto individual, y no podemos estar esperando que alguien espante nuestros miedos por nosotros. Quizás puedan otros ayudarnos, aquellos que nos aman y para quienes somos importantes son los primeros en quienes podemos apoyarnos, pero aún así, no descargar nuestra chamba sobre ellos. Los que creen en Dios podrán decir "Dios me ayudará", pero eso tampoco es la respuesta correcta. Los ateos lo tienen clarísimo de un modo que la gente religiosa debería tratar de captar: no hay nadie en el cielo que te vaya a resolver tus problemas, sea mujercita (u hombrecito), saque fuerzas de flaqueza y enfréntese a sus problemas y a sus miedos con lo que ustéd tiene en el mundo. La gente religiosa (independientemente de la denominación de su Fe) debemos recordar algunas palabras sabias (creo que están en los evangelios, pero no estoy seguro) como "Ayudate, que yo te ayudaré" y la concepción teológica de San Agustín sobre el "libre albedrío": Dios te puso en el mundo para que tú vivas lo mejor que puedas, y te dotó con las herramientas necesarias para ello: también te dió una mente para que las utilices, lo demás va por tu cuenta. Para aquellos que creen en el Karma, pues enfrentar al miedo y las dificultades asociadas con ello son un acumulador instantaneo de Karma y con puntuación de double bonus.
No pretendo decirle a nadie como enfrentar tal o cual miedo o al miedo en general, esta es sólo mi opinión sobre el tema, y no voy a escribir baratijas sobre superación personal, excelencia y tu-eres-grande-kinda-of-shit. Lo que si digo es que si estás allí de babosa(o) dejandote atenazar por un miedo que no te deja vivr o ser felíz, te dejes de pendejadas y empieces a poner todas tus cosas juntas, para luchar contra él. Al ratón vaquero.
Sin embargo, y así de poderosa y profunda, tanto como primigenia como es esa sensación, no es incontrolable; inevitable si, sin duda, aún en las personas de cuerpo y psique más poderosas, aún con todas las variables bajo control, el miedo encontrará la forma de colarse en nuestra vida desde el fondo de nuestro cerebro en su forma más reptiliana. Pero aún así se puede tener bajo control. Está dentro de nosotros el encontrar el valor, el coraje pare tomar al miedo por los cuernos, emulando a los forçados portugueses para saltar encima de nuestros miedos y ponerlos de rodillas.
"The only thing we have to fear is fear it'self - nameless, unreasoning,
unjustified, terror which paralyzes needed efforts to convert retreat into advance."
unjustified, terror which paralyzes needed efforts to convert retreat into advance."
Franklin Delano Roosevelt - First Inaugural Address, March 4, 1933
El coraje y el valor son actos voluntarios y disciplinados, que a diferencia de la temeridad y la pura estupidez nosotros empujamos dentro de nuestra conciencia y los podemos trabajar y desarrollar como un músculo. Hay muchas formas en las que el miedo nos asalta, y sentimos miedo por muchas causas: miedo a la muerte y a la vida, miedo al amor y al desamor, miedo a las personas y a la soledad, miedo al éxito y también al fracaso, sólo por listar algunos de los más poderosos y conocidos.
Son estos miedos los que ponen frenos a nuestras vidas, los que nos limitan en la búsqueda de la verdadera felicidad, los que sabemos que existen y no nos atrevemos a enfrentarlos: normalmente, por algún otro miedo asociado. Para estos miedos son para los que debemos de sacar fuerzas, de disponernos a luchar y decir "ya basta". Nadie nace siendo valiente, simplemente uno desarrolla una habilidad para administrar el miedo, y esta es la que nos lleva a crecer y ganar coraje conforme avanzamos en la vida. Algunos no lo logran, ni siquiera un poco durante su tiempo, y son estos los que nunca alcanzan siquiera a vislumbrar un poco de felicidad.
"Courage is not the lack of fear but the ability to face it."
Lt. John B. Putnam Jr. (1921-1944)
Luchar contra el miedo es un asunto individual, y no podemos estar esperando que alguien espante nuestros miedos por nosotros. Quizás puedan otros ayudarnos, aquellos que nos aman y para quienes somos importantes son los primeros en quienes podemos apoyarnos, pero aún así, no descargar nuestra chamba sobre ellos. Los que creen en Dios podrán decir "Dios me ayudará", pero eso tampoco es la respuesta correcta. Los ateos lo tienen clarísimo de un modo que la gente religiosa debería tratar de captar: no hay nadie en el cielo que te vaya a resolver tus problemas, sea mujercita (u hombrecito), saque fuerzas de flaqueza y enfréntese a sus problemas y a sus miedos con lo que ustéd tiene en el mundo. La gente religiosa (independientemente de la denominación de su Fe) debemos recordar algunas palabras sabias (creo que están en los evangelios, pero no estoy seguro) como "Ayudate, que yo te ayudaré" y la concepción teológica de San Agustín sobre el "libre albedrío": Dios te puso en el mundo para que tú vivas lo mejor que puedas, y te dotó con las herramientas necesarias para ello: también te dió una mente para que las utilices, lo demás va por tu cuenta. Para aquellos que creen en el Karma, pues enfrentar al miedo y las dificultades asociadas con ello son un acumulador instantaneo de Karma y con puntuación de double bonus.
No pretendo decirle a nadie como enfrentar tal o cual miedo o al miedo en general, esta es sólo mi opinión sobre el tema, y no voy a escribir baratijas sobre superación personal, excelencia y tu-eres-grande-kinda-of-shit. Lo que si digo es que si estás allí de babosa(o) dejandote atenazar por un miedo que no te deja vivr o ser felíz, te dejes de pendejadas y empieces a poner todas tus cosas juntas, para luchar contra él. Al ratón vaquero.
"I must not fear. Fear is the mind-killer.
Fear is the little-death that brings total obliteration.
I will face my fear.
I will permit it to pass over me and through me.
And when it has gone past I will turn the inner eye to see its path.
Where the fear has gone there will be nothing. Only I will remain."
Fear is the little-death that brings total obliteration.
I will face my fear.
I will permit it to pass over me and through me.
And when it has gone past I will turn the inner eye to see its path.
Where the fear has gone there will be nothing. Only I will remain."
Bene Gesserit Litany Against Fear. Frank Herbert - Dune