-- Vance: [after telling Hitch that he only wants a girl so he can sleep with her] No, I was told that you help guys get in there.
-- Alex Hitch Hitchens: Right, but see, here's the thing - my clients actually *like* women. "Hit it and quit it" is not my thing.
-- Vance: Let me make one thing clear to you, rabbi, I need professional help.
-- Alex Hitch Hitchens: Well, *that* is for damn certain.
Esta película de "Hitch" es bastante, bastante floja, construida a base de puro lugar común Jolibudesco, y la verdad no posee parte memorable, aparte de esta conversación que relato arriba. Lo cual me lleva al siguiente punto: A mi me gustan las mujeres.
O.K. Bueno, gran noticia verdad, a menos que alguien por allí estuviera convencido de que soy gay. No lo soy, y si, obviamente no soy el único hombre en esa situación. Fuera de aquella fracción importante de varones que su preferencia es la homosexualidad, y esas diminutas pizcas de misóginos patológicos y hombres asexuales, y alguna otra que se me escape, a todos los hombres nos gustan las mujeres. Entonces no es gran mérito.
-- Alex Hitch Hitchens: Right, but see, here's the thing - my clients actually *like* women. "Hit it and quit it" is not my thing.
-- Vance: Let me make one thing clear to you, rabbi, I need professional help.
-- Alex Hitch Hitchens: Well, *that* is for damn certain.
Esta película de "Hitch" es bastante, bastante floja, construida a base de puro lugar común Jolibudesco, y la verdad no posee parte memorable, aparte de esta conversación que relato arriba. Lo cual me lleva al siguiente punto: A mi me gustan las mujeres.
O.K. Bueno, gran noticia verdad, a menos que alguien por allí estuviera convencido de que soy gay. No lo soy, y si, obviamente no soy el único hombre en esa situación. Fuera de aquella fracción importante de varones que su preferencia es la homosexualidad, y esas diminutas pizcas de misóginos patológicos y hombres asexuales, y alguna otra que se me escape, a todos los hombres nos gustan las mujeres. Entonces no es gran mérito.
El asunto es así: no es suficiente que un hombre guste de las mujeres. Los hombres debemos amar a las mujeres. Tristemente, muchos de los que se dicen hombres y que andan rondando por ahí tienen la concepción de que las mujeres son un objeto de consumo del mismo modo que podría serlo una golosina o un bonito adorno de escritorio, y cuando declaran que les gustan las mujeres lo hacen de un modo semejante a cuando les gusta un automóvil o una motocicleta.
"Get in, get off, get out" le declara Vance a Hitch, como su percepción de una relación con una mujer. Conozco un buen de patanes (y de otros tengo referencias) que hacen cualquier cosa para tirarse a una mujer, y coleccionar sus aventuras como si fueran cornamentas de venado. Cuando digo hacer cualquier cosa me refiero a mentir, prometer, jurar, etc. y pues en el proceso herir, lastimar, dañar, humillar, y otras actividades que les resultan igual de exitantes, y luego esos momentos de sexo, pues son reservados para su placer individual sin la minima concesión hacia la otra persona.
Apestan.
Y también apestan los individuos corrientotes a quienes la belleza de las mujeres les inspira expresiones, verbales y corporales de lo más vulgar, legítimos insultos hacía el género femenino. Y después de hacerlo usualmente se regodean en el estiercol que acaban de tirar (ah, claro, los más valientes sólo actuan en bola).
No me malinterpreten: hay que admirar a las mujeres en la calle, voltearlas a ver, observar sus cuerpos bajo sus ropas de tarde; pero no insultarlas, ofrecer pirópos pícaros y creativos pero no groseros. Y si ellas lo permiten, mirarlas a los ojos y decirles, sin palabra alguna, cuán hermosas lucen, y agradecerles por permitirnos admirarlas así.
Y hablando de deseo, también no pretendo que nos enamoremos de todas las mujeres: si nos gustan buscar establecer una relación con ellas: cada relación, tan larga y tan profunda como el momento y las personas que la entablan lo permitan. A veces sólo será sexo. En el momento adecuado, puede uno llegar a enamorarse, y quién sabe, con un poco de suerte, a encontrar el amor de la vida.
Y sin importar a qué nivel se llegue, uno siempre debe de amar a la mujer que tenga uno cerca. Ella siempre debe de ser importante, aunque sea durante sólo una noche, durante unas horas. Durante esa breve fracción de tiempo entre el hola y el adiós, ella es la única, la más importante persona en el mundo.
Y una vez que alguien ha sido importante para ti, difícilmente dejará de serlo, aunque el tiempo pase, y los pequeños momentos se desvanezcan en el vacío.
Se puede admirar sin violentar, se puede poseer sin arrebatar, se puede entrar sin forzar. Se puede amar sin herir.
El camino más difícil es el menos elegido, pero el de mayor recompensa. De rayo.
Malo, malo, malo eres
No se daña a quien se quiere no
Tonto, tonto, tonto eres
No te pienses mejor que las mujeres
No se daña a quien se quiere no
Tonto, tonto, tonto eres
No te pienses mejor que las mujeres