Vivimos en una época emocionante: en los últimos 15 años hemos visto adelantos científicos y tecnológicos que hubieran congelado a cualquiera en los años 70's. A través de las tecnologías de información, hemos convertido a nuestro planeta en la mítica Aldea Global que era pura teoría hace apenas unos lustros y aún vamos por más. Es un momento vertiginoso, que no nos brinda pausas y nos mantiene acelerados de una manera constante.
De hecho, durante los últimos trescientos o cuatrocientos años, la humanidad ha estado inmersa en esta espiral, impulsada por el descubrimiento científico, y el consecuente avance tecnológico. Sin embargo, sobre esta continuidad han existido lapsos de particular exaltación, como el que tenemos en el presente: tiempos intensos donde la velocidad y contundencia de los adelantos tecnológicos afectan al colectivo y se filtran a cada aspecto de la vida: la Revolución Industrial, el Baby Boom, etc.
Una de estas épocas, particularmente emocionante es la llamada "Machine Age": en este período, el cual alcanza su ápex durante el período entre guerras, se disfrutan los frutos álgidos del industrialismo: el motor, la electricidad, el acero y la velocidad asociada con ellos se convierten en parte cotidiana de la existencia del mundo occidental. La promesa del futuro, transportada en las alas de los novísimos aeroplanos y sobre los rieles de trenes utrarápidos golpea con fuerza a los esperanzados ciudadanos de los países industrializados: Francia, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos.
El lujo y la prosperidad son los estandartes en los años previos a La Gran Depresión. Las élites viven en un mundo de vanidad y excesos. En Estados Unidos, la Prohibición y la prosperidad conducen a un tiempo particularmente decadente: "The roaring twenties". El novelista Francis Scott Fitzgerald recrea con veracidad esta época, y la bautiza por uno de los nombres que mejor la distinguen: The Jazz Age. Ningún aspecto de la vida queda intacto: las artes, eternos testigos de la alegrías y temores arrastrados por los vientos del cambio, son afectadas con fuerza: en la plástica, los cubistas, surrealistas y abstractos plasman figuras geométricas y maquinales; la Segunda Escuela de Viena nos llena con sonidos furiosos y metálicos; la literatura medra con relatos de presentes y futuros distópicos a manos del nuevo potencial industrial.
Una joven forma del arte, el Cine, retrata con veracidad la vorágine de esta Era. Metropolis, de Fritz Lang, es quizás la película que mejor describe esta época, y con ella las preocupaciones que la acompañan. Al igual que en otra parte de la historia, es imposible disociar el transfondo político y social subyacente: la sempieterna lucha de clases se presenta ahora como el enfrentamiento de los ideales de la naciente Unión Soviética y focos comunistas alrededor del mundo, contra el imperialismo corporativo que se yergue con rapidez en Europa Occidental y Norteamérica. Es natural: para producir el lujo y riqueza industrialista que unos pocos disfrutan, hay una enorme base de obreros que operan su voráz maquinaria. En estas aguas revueltas también asoma por primera vez la fea cabeza del Facismo.
Las artes decorativas y visuales no escapan a este torbellino. Au contraire, se encuentran justo en el vórtice del huracán: Diseño, interiorismo, arquitectura, moda, artes gráficas, publicidad e ilustración. Art Déco es el nombre genérico del principal movimiento que afecta a este conjunto de disciplinas. Aunque este nombre se origina en 1925, sólo se puso en boga hasta los 60's. El nombre original del movimiento es Moderne, y surge, al igual que muchas otras corrientes, en Francia, con el declive del afamado Art Nouveau, a manera de evolución y sucesión.
Muchas son las tendencias que convergen dentro del Déco: el modernisno, el cubismo, el futurismo, el streamline (tendencia del diseño industrial), la inspiración asiática, africana y mesoamericana (primordialmente azteca), la escuela de Bauhaus, entre otras. Las influencias del movimientos son particularmente notables en objetos y construcciones funcionales que reflejan las virtudes de esta era: lujo y perfección, a manera formas simétricas, premeditadas y repetitivas: simples y elegantes, plagadas de ángulos rectos. Aún la representación de las formas orgánicas pasa un proceso de maquinización. Materiales industriales como el alumnio y el acero inoxidable son primordiales, así como las costosas lacas y maderas finas, principalmente el ébano.
Esta es la época del viaje en lujosos y veloces transatlánticos, aviones, dirigibles y trenes. El automóvil y la motocicleta son ya lugar común, conforme los medios de locomoción animal son reemplazados con seguridad. El estilo de vida urbano es establecido como el parangón de la civilización y el mundo contempla la explosión de las primeras mega urbes: New York y Chicago. El rascacielos surge como símbolo de estátus, poder y dominio económico.
La belleza mecánica, de esta época aún repercute en la actualidad como símbolo de lujo y glamour. De una refinada elegancia y prosperidad que nos hechiza con una áura futuristica a la vez que de nostalgia. Yo, su servidor, desde hace años me enamoré de las formas y sugerencias del Déco, aún siquiera sin saber el porqué de su atractivo y fuerte ascendiente sobre mi. El paso del tiempo y el conocimiento sobre el movimiento no han hecho más que afianzar esta fuerte afección sobre el mismo, la cual se manifiesta constantemente, siempre que me topo con alguna muestra de este maravilloso movimiento y de esa emocionante época entre guerras.
Como todas las cosas buenas, el Art Déco vino a su fin, primero, con un declive en la inversión en objetos lujosos, provocada por la gran depresión de los años 30's que afectó la economía global, y después de manera definitiva por la explosión de la Segunda Guerra Mundial. Aunque algunos valores del Déco se extendieron hasta llegados los años 50's, la Machine Age, que le había dado forma al movimiento había terminado de una buena vez, dando paso a una nueva época, cargada con sus propias promesas y horrores: la Atomic Age.
A manera de cierre, les dejo algunos ejemplos de los productos de esa época, para que tengan la oportunidad de valorarlos personalmente (me centro en los vestigios arquitectónicos, pues, además de ser los más visibles, a su vez contienen muchos elementos plásticos y decorativos del período) :
De hecho, durante los últimos trescientos o cuatrocientos años, la humanidad ha estado inmersa en esta espiral, impulsada por el descubrimiento científico, y el consecuente avance tecnológico. Sin embargo, sobre esta continuidad han existido lapsos de particular exaltación, como el que tenemos en el presente: tiempos intensos donde la velocidad y contundencia de los adelantos tecnológicos afectan al colectivo y se filtran a cada aspecto de la vida: la Revolución Industrial, el Baby Boom, etc.
Una de estas épocas, particularmente emocionante es la llamada "Machine Age": en este período, el cual alcanza su ápex durante el período entre guerras, se disfrutan los frutos álgidos del industrialismo: el motor, la electricidad, el acero y la velocidad asociada con ellos se convierten en parte cotidiana de la existencia del mundo occidental. La promesa del futuro, transportada en las alas de los novísimos aeroplanos y sobre los rieles de trenes utrarápidos golpea con fuerza a los esperanzados ciudadanos de los países industrializados: Francia, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos.
El lujo y la prosperidad son los estandartes en los años previos a La Gran Depresión. Las élites viven en un mundo de vanidad y excesos. En Estados Unidos, la Prohibición y la prosperidad conducen a un tiempo particularmente decadente: "The roaring twenties". El novelista Francis Scott Fitzgerald recrea con veracidad esta época, y la bautiza por uno de los nombres que mejor la distinguen: The Jazz Age. Ningún aspecto de la vida queda intacto: las artes, eternos testigos de la alegrías y temores arrastrados por los vientos del cambio, son afectadas con fuerza: en la plástica, los cubistas, surrealistas y abstractos plasman figuras geométricas y maquinales; la Segunda Escuela de Viena nos llena con sonidos furiosos y metálicos; la literatura medra con relatos de presentes y futuros distópicos a manos del nuevo potencial industrial.
Un calendario actual, destacando el estilo gráfico del Déco, así como su interés en la máquina y el movimiento
Una joven forma del arte, el Cine, retrata con veracidad la vorágine de esta Era. Metropolis, de Fritz Lang, es quizás la película que mejor describe esta época, y con ella las preocupaciones que la acompañan. Al igual que en otra parte de la historia, es imposible disociar el transfondo político y social subyacente: la sempieterna lucha de clases se presenta ahora como el enfrentamiento de los ideales de la naciente Unión Soviética y focos comunistas alrededor del mundo, contra el imperialismo corporativo que se yergue con rapidez en Europa Occidental y Norteamérica. Es natural: para producir el lujo y riqueza industrialista que unos pocos disfrutan, hay una enorme base de obreros que operan su voráz maquinaria. En estas aguas revueltas también asoma por primera vez la fea cabeza del Facismo.
Las artes decorativas y visuales no escapan a este torbellino. Au contraire, se encuentran justo en el vórtice del huracán: Diseño, interiorismo, arquitectura, moda, artes gráficas, publicidad e ilustración. Art Déco es el nombre genérico del principal movimiento que afecta a este conjunto de disciplinas. Aunque este nombre se origina en 1925, sólo se puso en boga hasta los 60's. El nombre original del movimiento es Moderne, y surge, al igual que muchas otras corrientes, en Francia, con el declive del afamado Art Nouveau, a manera de evolución y sucesión.
Muchas son las tendencias que convergen dentro del Déco: el modernisno, el cubismo, el futurismo, el streamline (tendencia del diseño industrial), la inspiración asiática, africana y mesoamericana (primordialmente azteca), la escuela de Bauhaus, entre otras. Las influencias del movimientos son particularmente notables en objetos y construcciones funcionales que reflejan las virtudes de esta era: lujo y perfección, a manera formas simétricas, premeditadas y repetitivas: simples y elegantes, plagadas de ángulos rectos. Aún la representación de las formas orgánicas pasa un proceso de maquinización. Materiales industriales como el alumnio y el acero inoxidable son primordiales, así como las costosas lacas y maderas finas, principalmente el ébano.
Esta es la época del viaje en lujosos y veloces transatlánticos, aviones, dirigibles y trenes. El automóvil y la motocicleta son ya lugar común, conforme los medios de locomoción animal son reemplazados con seguridad. El estilo de vida urbano es establecido como el parangón de la civilización y el mundo contempla la explosión de las primeras mega urbes: New York y Chicago. El rascacielos surge como símbolo de estátus, poder y dominio económico.
Un papel tapiz del período Déco, en colores característicos de la época, y exaltando uno de los máximos logros de su tiempo: la Aviación
La belleza mecánica, de esta época aún repercute en la actualidad como símbolo de lujo y glamour. De una refinada elegancia y prosperidad que nos hechiza con una áura futuristica a la vez que de nostalgia. Yo, su servidor, desde hace años me enamoré de las formas y sugerencias del Déco, aún siquiera sin saber el porqué de su atractivo y fuerte ascendiente sobre mi. El paso del tiempo y el conocimiento sobre el movimiento no han hecho más que afianzar esta fuerte afección sobre el mismo, la cual se manifiesta constantemente, siempre que me topo con alguna muestra de este maravilloso movimiento y de esa emocionante época entre guerras.
Como todas las cosas buenas, el Art Déco vino a su fin, primero, con un declive en la inversión en objetos lujosos, provocada por la gran depresión de los años 30's que afectó la economía global, y después de manera definitiva por la explosión de la Segunda Guerra Mundial. Aunque algunos valores del Déco se extendieron hasta llegados los años 50's, la Machine Age, que le había dado forma al movimiento había terminado de una buena vez, dando paso a una nueva época, cargada con sus propias promesas y horrores: la Atomic Age.
A manera de cierre, les dejo algunos ejemplos de los productos de esa época, para que tengan la oportunidad de valorarlos personalmente (me centro en los vestigios arquitectónicos, pues, además de ser los más visibles, a su vez contienen muchos elementos plásticos y decorativos del período) :
- En New York, principal concentración de edificios Déco, hay muchos ejemplos, a cada paso, tanto de Manhattan como de Brooklyn, pues estos barrios explotaron durante los años 20's y 30's, sin embargo algunos de los más notables son:
- The Chrysler Building
- The Empire State Building
- The Rockefeller Center
- Los Departamentos Majestic y Century
- 120 Wall Street
- 500 Fifth Avenue
- The Waldorff=Astoria Hotel
- The City Bank Farmers Trust Co.
- The American International Building
- En Chicago, sobre la costa del Lago Michigan, a lo largo de la Magnificent Mile, y dentro de The Loop hay muchos edificios de este estilo, sin embargo se destacan:
- Chicago Board of Trade Building
- 333 North Michigan Building
- Field Building
- Carbide & Carbon Building
- Mather Tower
- Palmolive Building
- En la Ciudad de México, existen muchas casas y edificios Art Déco en la Colonia Condesa (de hecho nos recuerda a South Beach, en Miami, otra colonia compuesta primordialmente por edificios Déco), notablemente la Librería Rosario Castellanos. También en el Centro y en la zona alrededor de la Alameda Central y Palacio de Bellas Ártes (V.gr. el Edificio La Nacional, El Guardiola y el Teatro Metropolitan).
Otras muestras de como este movimiento nos ha influido hasta el presente las pueden ver a través del cine y la televisión en películas como "Sky Captain and the World of Tomorrow" y el álbum y video "The Golden Age of Grotesque" de Marilyn Manson. La serie de televisión "Batman: the animated series" también debe mucho de su iconografía a la Jazz Age. Para más información sobre referencias y fuentes del Déco, pues me echan un grito. De Rancho.
Oiga, en su nueva pic del profile parece un dogo malandro de la Naranja Mecánica.
De rayo.
Ehem... si, ya me habían hecho la observación de que parece un Droog... mhhh... Alex principalmente... pero yo no lo noté hasta que acabé de editar la fotito.
Gracias
Un Abrazo