Está claro que para casi cualquier persona del mundo, es imposible resolver los problemas que aquejan a la humanidad, aún aquellos que por su dimensión son bien pequeños. Sin embargo, la conciencia sobre esta incapacidad no debe de ser excusa para la inacción o limitante para la acción: todos, dentro de nuestro propio ámbito podemos aportar aún pequeños granitos de arena que puedan cambiar el aspecto de nuestro mundo: en nuestra ciudad y en nuestro estado, en nuestro país, y en muchas partes del mundo ocurren a diario injusticias de todos tamaños, desde aquellas tan pequeñas que pasan desapercibidas o que podríamos considerar insignificantes, hasta aquellas que representan un daño irreversible para naciones o países enteros.
Creo que es el deber de todos nosotros actuar contra la injusticia y la crueldad en cualquier forma que se presente, siempre que la oportunidad se nos de: hay formas de crueldad que carecen de violencia implícita: la indiferencia, por ejemplo es una de ellas: voltear la mirada hacia el lado contrario de donde ocurre un acto despreciable es una de las más frecuentes.
Esto que propongo no es nada nuevo, pero tampoco es nada fácil: requier valor y esfuerzo, y siempre que se quiera luchar o denunciar la injusticia siempre se va a entcontrar oposición y frecuentemente nuestros intentos fracasarán; sin embargo, esos son los momentos en donde debemos de levantar la frente y resistir la comodidad de la indiferencia y la ignorancia.
Insisto en el punto: no pretendo que todos nos pongamos la boina al estilo Che Guevara y nos lancemos de guerrilleros en algún oprimido país de África, o nos hagamos misioneros, sino que busquemos a diario los actos que atentan contra nuestra humanidad, y que se encuientran a nuestro alrededor, y siempre que nos encontremos enfrentados o enterados de alguno nos preguntemos ¿Qué puedo hacer yo, para evitar que esto sea así? En muchos casos no habrá respuesta, pero en los otros, cuando en nuestra mente aterrice una alternativa realista, a nuestro alcance, no dejemos de actuar.
Nuestra humanidad se lacera de muchas formas, desde pequeñas como el maltrato a un animal o el daño a un bien ecológico en escala personal, hasta los genocidios sistemáticos que ocurren en diversas partes del mundo. En cada caso, la pregunta debe de ser la misma, y la acción, inmediata.
Descubrí que en Wikipedia no existe un artículo que reseñe el brutal Genocidio Ruandés de 1994, entonces espero desocuparme un rato para escribirlo; se los menciono por si alguien quiere escribir dicho artículo: este tipo de actos brutales deben de ser conocidos por la gente, para evitar que ocurran de nuevo.
Finalmente, los invito a firmar esta petición de apoyo por la gente de Darfur, en Sudán, cuyos habitantes de raza negra han sido sistemáticamente asesinados por grupos extremistas de la nación árabe, protegidos por el gobierno local. Más información en http://darfurgenocide.org y en la Wikipedia. Un esfuerzo de un minuto, quizás salve una vida en el futuro: hay que reunir 200,000 firmas (una por cada persona asesinada en Sudán), y apenas van 14k y pico. Así que por favor tómense el tiempo. De rayo.
Creo que es el deber de todos nosotros actuar contra la injusticia y la crueldad en cualquier forma que se presente, siempre que la oportunidad se nos de: hay formas de crueldad que carecen de violencia implícita: la indiferencia, por ejemplo es una de ellas: voltear la mirada hacia el lado contrario de donde ocurre un acto despreciable es una de las más frecuentes.
Esto que propongo no es nada nuevo, pero tampoco es nada fácil: requier valor y esfuerzo, y siempre que se quiera luchar o denunciar la injusticia siempre se va a entcontrar oposición y frecuentemente nuestros intentos fracasarán; sin embargo, esos son los momentos en donde debemos de levantar la frente y resistir la comodidad de la indiferencia y la ignorancia.
Insisto en el punto: no pretendo que todos nos pongamos la boina al estilo Che Guevara y nos lancemos de guerrilleros en algún oprimido país de África, o nos hagamos misioneros, sino que busquemos a diario los actos que atentan contra nuestra humanidad, y que se encuientran a nuestro alrededor, y siempre que nos encontremos enfrentados o enterados de alguno nos preguntemos ¿Qué puedo hacer yo, para evitar que esto sea así? En muchos casos no habrá respuesta, pero en los otros, cuando en nuestra mente aterrice una alternativa realista, a nuestro alcance, no dejemos de actuar.
Nuestra humanidad se lacera de muchas formas, desde pequeñas como el maltrato a un animal o el daño a un bien ecológico en escala personal, hasta los genocidios sistemáticos que ocurren en diversas partes del mundo. En cada caso, la pregunta debe de ser la misma, y la acción, inmediata.
Descubrí que en Wikipedia no existe un artículo que reseñe el brutal Genocidio Ruandés de 1994, entonces espero desocuparme un rato para escribirlo; se los menciono por si alguien quiere escribir dicho artículo: este tipo de actos brutales deben de ser conocidos por la gente, para evitar que ocurran de nuevo.
Finalmente, los invito a firmar esta petición de apoyo por la gente de Darfur, en Sudán, cuyos habitantes de raza negra han sido sistemáticamente asesinados por grupos extremistas de la nación árabe, protegidos por el gobierno local. Más información en http://darfurgenocide.org y en la Wikipedia. Un esfuerzo de un minuto, quizás salve una vida en el futuro: hay que reunir 200,000 firmas (una por cada persona asesinada en Sudán), y apenas van 14k y pico. Así que por favor tómense el tiempo. De rayo.
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